Siempre intento llevar en mis proyectos de poder ofrecer un espacio cultural e interaccion con los vecinos. Durante la pandemia, muchos emprendimientos surgieron en el barrio y se comenzaron a organizar ferias. Entonces tenia en mente, que durante los finde semanas, los restaurantes puedan ofrecer una parte de su lugar para que los emprendimientos del barrio ofrezcan sus productos.

El ejercicio comienza con las “areneras” y cómo podíamos aprovechar su estructura para darle un nuevo uso para reactivar la zona. A partir de esto, nosotros trabajamos con el corte planteándonos la idea de cómo hacer que nuestras areneras que se encontraban en el otro extremo del terreno se conecten con el río y como ambos sectores sean protagonistas. 

Aprovechamos las visuales, el recorrido del sol, la naturaleza, el espacio para construir un camino/ paseo que te conduzca a través de un museo del deporte, (que nos recuerda al Pompidou (con su materialidad, sus escaleras y como priorizar la relación con el parque), tanto hacia un muelle como a un parque escalonado que se va hundiendo y ambos conectan con el río. Sabíamos que era la clave del proyecto para volver a ofrecerles a los vecinos una de las cosas más ricas que tiene nuestra ciudad como el río más ancho del mundo como fue hace muchos años.